lunes, 27 de agosto de 2012

M para un cumpleaños. 2. Final e iluminada.





Si en el interior estaba la “M” en relieve, en el sobre donde iba la tarjeta trabajé con la misma “M” pero a un tamaño menor e iluminada. Aún no me atrevo con el pan de oro, así que opté por la tinta aplicada con pincel y el gouache en colores rojo, azul, verde y blanco.

En la felicitación he utilizado diferentes tipos de letra e idiomas. El catalán porque es su lengua materna; el castellano, que es el nuestro; el inglés, porque la cita original era en este idioma y el flamenco e italiano en recuerdo de algún viaje compartido.


En el interior, tras la portada con la M y “Felicitats” (felicidades) un simple texto muy para adolescentes que podría traducirse como: “No hagas nada importante a medias a no ser que estés dispuesta a ser medio feliz”.

En la parte posterior del sobre, donde va el remite, he probado un relieve de mi logotipo, que en este tipo de papel, hecho a mano y más fino, no queda mal del todo. En la cartulina interior, más gruesa, queda poco definido.
He utilizado papel artesano. Es muy cálido a la vista, pero ha presentado algunas dificultades en el trabajo con plumilla.
Ferdinandus, d.s.



4 comentarios:

  1. Me gustó el detalle de los puntitos blancos dentro del azul de la letra M.

    Felicidades, sigues mejorando con cada trabajo.

    Saludos cordiales.

    ResponderEliminar
  2. Lo de los puntitos es otra cosa a mejorar. Deberían haber quedado REALMENTE blancos y más uniformes en su tamaño. De nuevo las prisas. Probaré con gouache mucho más espeso y esperaré varios días para aplicarlo. Por cierto, aparte de en algunas iniciales de caligrafía de autores antiguos y modernos, mi primera fuente de inspiración —evidentemente, desde la más profunda humildad— fue la sorpresa al ver por primera vez el techo policromado de una iglesia gótica. En España es muy normal que en las iglesias y catedrales se vea la piedra de techos y paredes, pero en la Europa central y norte, han restaurado mucho mejor sus obras de arte y conservan —o han restaurado— la pigmentación que tenían originalmente. Uno de los motivos comunes es considerar el techo como el cielo, y representar las estrellas, por ejemplo, como flores de lis doradas —en el caso de Francia es típico—. El efecto de contemplar bóvedas de crucería con el fondo azul y flores de lis bien pautadas es maravilloso. Comparado con esta visión, lo miro es pura filfa.

    ResponderEliminar
  3. it's again a fine work! I love the seal on the envelope.
    regards, Marguerite

    ResponderEliminar